Guada había sido diagnosticada con neuroblastoma, una enfermedad que origina células cancerígenas en el tejido nervioso inmaduro de las glándulas suprarrenales, el cuello, el tórax o la médula espinal. A lo largo de su tratamiento, la niña recibió atención médica en diversos lugares, comenzando con un tratamiento especializado en el Hospital San Juan de Dios en Barcelona, donde estuvo bajo una inmunoterapia diferente a la que se aplicaba en Argentina. Luego continuó con su tratamiento en Italia, y en los últimos dos meses se encontraba nuevamente en su ciudad natal, Santa Rosa.

Horas antes de su fallecimiento, su madre, Elba Voragine, compartió un desgarrador mensaje en sus redes sociales. En él, expresó con tristeza y amor el dolor de saber que el fin se acercaba. “Sé que te vas a ir, comenzar este diario con el fin de tu historia es muy extraño. Pasamos mucho tiempo al borde del final, pero hoy lo veo tan decidido a llevarte», escribió Elba, describiendo las difíciles últimas horas de su hija. «Sé que te vas, debo dejarte ir. La libertad te espera, mi niña, aunque no sea aquella que soñamos juntas cada día. Siempre estarás conmigo. Te ama, mamá».
La noticia conmovió a la comunidad, que acompañó a la familia de Guadalupe en su dolor. La niña dejó una huella imborrable en todos quienes la conocieron, luchando hasta el final con una valentía ejemplar.

Sus restos serán velados a partir de las 14 horas en la Sala 5 de la Cooperativa Popular de Electricidad, en Santa Rosa, donde familiares y amigos podrán despedirla.