La decisión despertó un fuerte debate entre la comunidad educativa y la opinión pública. Mientras algunos padres respaldaron la normativa, considerándola acorde a los valores del colegio, otros la criticaron por considerarla discriminatoria y enfocada principalmente en la vestimenta femenina.

Desde la institución aseguraron que no darán marcha atrás con la medida y se desvincularon de la difusión de imágenes y comentarios que circularon en redes sociales, donde la polémica se intensificó. De acuerdo con el diario La Gaceta, la escuela busca mantener un código de vestimenta acorde al contexto educativo.
Las reacciones entre las familias fueron diversas. Una madre de 37 años expresó su apoyo a la medida, señalando que «no se pide nada extraordinario en un lugar lleno de niños». Otros padres destacaron que la solicitud aplicaba para ambos géneros y subrayaron la importancia de respetar las normas del colegio.

En contraste, una madre de 41 años cuestionó la iniciativa, argumentando que el comunicado no especificaba un protocolo para los hombres y calificó la normativa como un «ataque al género femenino». Además, algunas familias denunciaron la exposición de imágenes de madres en redes sociales, lo que agravó la controversia.
Organizaciones feministas, como Mujeres por Mujeres, también rechazaron la medida, alegando que refuerza estereotipos de género y restringe la autonomía de las mujeres. «En lugar de sexualizar a las madres, deberían implementar Educación Sexual Integral (ESI) para fomentar la autonomía de los estudiantes», afirmaron desde el colectivo.
La situación continúa generando repercusiones en la comunidad educativa y en redes sociales, donde el debate sobre los códigos de vestimenta y su impacto en la sociedad sigue vigente.