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Tensión y debate por la barrera sanitaria: hoy se reúne el Gobierno con provincias y el campo

Este lunes se desarrollará una reunión clave entre el secretario de Agricultura de la Nación, Sergio Iraeta, y el titular del Senasa, Pablo Cortese, con representantes de las provincias patagónicas (menos La Pampa) y la Mesa de Enlace. En el encuentro se pondrá sobre la mesa la controvertida decisión de permitir o no el ingreso de carne con hueso a la región, un tema que divide posiciones entre razones técnicas, intereses económicos y decisiones políticas.

Están confirmadas las participaciones de autoridades de Río Negro y Neuquén, mientras que la ministra de la Producción de La Pampa Fernanda González intentó sin éxito incorporarse al debate. Había propuesto que se convoque al Consejo Federal Agropecuario y se avance con un programa técnico que permita el tránsito de carne con hueso, pero fue excluida del cónclave.

El gobernador Sergio Ziliotto, había celebrado inicialmente la resolución 180 del Senasa, que eliminaba la histórica barrera sanitaria, calificándola como “una traba a la expansión económica provincial”. Sin embargo, el posterior freno de la medida —con una suspensión por 90 días— fue interpretado como una concesión a presiones políticas y una muestra de discriminación hacia su gestión.

El peso de las decisiones técnicas y políticas

Productores ganaderos del centro del país plantean la posibilidad de establecer una zona buffer en la que provincias como Mendoza, La Pampa y Buenos Aires dejen de vacunar contra la fiebre aftosa para aspirar a compartir en el futuro el estatus patagónico de “zona libre sin vacunación”. Sin embargo, desde el gobierno bonaerense no hay consenso. Argumentan que ampliar la frontera sanitaria complicaría el ingreso de ganado de otras provincias, como Santa Fe y Córdoba, cuya faena en Buenos Aires es clave para la cadena productiva nacional. Actualmente, Buenos Aires produce el 37% de la carne del país y faena el 50% del total.

Mientras tanto, el Gobierno Nacional busca descomprimir la tensión. Desde Casa Rosada negaron rumores sobre internas entre el ente recaudador ARCA y el Ministerio de Modernización que conduce Federico Sturzenegger. En paralelo, los libertarios argumentan que abrir la barrera sanitaria permitiría una baja en el precio del asado, en línea con el ingreso previsto de carne brasileña el próximo mes.

No obstante, los productores responden que el impacto no será tan inmediato ni lineal debido al alto costo logístico del transporte. Además, hay un trasfondo político que genera suspicacias: el oficialismo necesita del apoyo de los partidos provinciales en el Congreso, al menos hasta que el calendario electoral congele las negociaciones legislativas. En ese sentido, la discusión por la barrera quedó atravesada por negociaciones claves, como el tratamiento del DNU, el acuerdo con el FMI y los pliegos de la Corte Suprema.

Un conflicto que no se resolverá hoy

Desde el entorno del secretario Iraeta deslizaron que la reunión será para “escuchar todas las posturas” pero no se tomará una definición inmediata. El plazo oficial para resolver la situación es de 60 días.

La tensión ganadera promete ser uno de los ejes del próximo congreso anual de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Jonagro 2025, que se celebrará el 13 de mayo en la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. Bajo el lema “Libertad para producir, competitividad para crecer”, el evento tendrá entre sus prioridades el debate sobre las barreras internas que afectan la competitividad en los mercados globales, y contará con la participación de productores patagónicos.

La polémica se da en un contexto global también convulsionado: mientras Argentina habilita la importación de carne brasileña, en Estados Unidos la secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, reafirmó una política opuesta en medio de la guerra comercial con China. “Vamos a poner a América primero, no a China, no a India, no a la carne desde la Argentina”, sentenció la funcionaria en una entrevista televisiva.

Así, la discusión técnica sobre una barrera sanitaria se convirtió en un verdadero campo de batalla político, con múltiples intereses cruzados que seguirán negociándose durante las próximas semanas.

Con información de Río Negro