
l evento fue encabezado por el ministro de Seguridad y Justicia, Horacio di Nápoli, junto al jefe de Policía, Claudio Cano, el subjefe Alfredo Calzada, autoridades del Instituto Superior Policial, y personal policial en actividad y retiro. Durante su intervención, Di Nápoli destacó con emoción la entrega y compromiso de las y los efectivos:
“Voy a reconocerlos toda la vida, porque dejaron muchas cosas por esta función. Son 25, 30 años de ideales, convicciones y sentimientos entregados a una institución que nos hace sentir orgullosos. El Día de la Policía para mí no es una fecha, es todos los días”.
El ministro también tuvo palabras especiales para las familias del personal policial, “pilares fundamentales” que acompañan silenciosamente cada jornada de trabajo, muchas veces enfrentando la soledad mientras sus seres queridos cumplen con su deber.
Ascensos, reconocimientos y emoción
Durante el acto se entregaron anillos institucionales a quienes cumplieron 25 y 30 años de servicio en la fuerza. Los distintivos fueron colocados por familiares, en una escena cargada de simbolismo y afecto, que reflejó el respaldo personal detrás de cada uniforme.

Asimismo, se oficializaron ascensos jerárquicos a comisarios generales y suboficiales mayores, marcando la culminación de carreras forjadas con compromiso, capacitación y vocación de servicio.
Uno de los momentos más emotivos de la jornada fue el homenaje al comisario general retirado Pablo Sergio Cayetano Rihl, fallecido recientemente a causa de una afección cardíaca. En reconocimiento a su entrega a la fuerza, su familia recibió el anillo institucional de manos de sus compañeros de promoción.
Valor en el cumplimiento del deber
También se rindió tributo a quienes resultaron heridos en servicio, reconociendo el coraje y la entrega de efectivos que, en contextos de alta complejidad como rescates, intervenciones y aprehensiones, pusieron en riesgo su vida por la comunidad. Sus testimonios, compartidos con el auditorio, generaron una profunda emoción y respeto entre colegas, autoridades y familiares.
El acto cerró con un fuerte aplauso colectivo, como símbolo de gratitud a quienes día a día protegen y sirven con honor a la ciudadanía pampeana.