La noticia de su muerte generó conmoción en distintos sectores del peronismo, que lo reconocen como una figura clave en una de las etapas más complejas del país. En los últimos años, Abal Medina enfrentó un deterioro progresivo de su salud producto de una Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC).
Abal Medina ocupó un lugar estratégico en el peronismo cuando, a comienzos de los años 70, fue designado por el propio Perón como secretario general del Movimiento Justicialista, cargo desde el cual jugó un papel fundamental en la planificación del regreso del General a la Argentina, tras 17 años de exilio y proscripción. Su habilidad política lo consolidó como uno de los principales operadores del justicialismo durante una etapa marcada por tensiones internas y conflictos sociales.
Además de su trayectoria, Abal Medina es padre de Juan Manuel Abal Medina (hijo), exjefe de Gabinete y uno de los funcionarios más cercanos a Cristina Fernández de Kirchner durante su presidencia.
El peronismo despide hoy a uno de sus hombres clave, cuyo nombre quedó inscripto en la historia reciente del país como parte de una generación que vivió y protagonizó momentos decisivos de la política argentina.
