
Desde Eduardo Castex se enviaron entre 500 y 600 animales, mientras que el resto de la hacienda provino de Buenos Aires y Santa Fe.
Gaspar «Pacho» Brandemann, titular de la firma, brindó un balance positivo del remate:
“Fue un remate donde se notó claramente la poca oferta de novillo pesado, de 440 a 450 kilos para arriba, y de vacas en sus distintas categorías, lo que generó mucha demanda”, explicó.
“En cambio, el consumo definido liviano, de 330 kilos para abajo, mostró una mayor oferta producto del encierre que se dio en febrero y marzo. Eso hizo que los precios estén más tranquilos”, agregó.
Respecto a los valores, detalló:

“El novillo pesado anduvo en los 3.100 a 3.150 pesos, la vaca bien movida entre 1.700 y 1.800, y la que no estaba gorda, en torno a 1.650. La vaquillona pesada, de 470 a 500 kilos, con dos años y de corral, también tuvo buena salida. El novillito se pagó hasta 3.200 pesos, aunque esa categoría está muy ofertada en general”.
Brandemann agradeció especialmente a los remitentes, compradores y al personal que participó del evento:
“Gracias a todos los que nos acompañaron, y a nuestro equipo que trabaja recibiendo hacienda desde la tardecita y durante la noche. Este trabajo en conjunto hace posible cada uno de nuestros remates”.