
El gremio, que nuclea a los controladores de tránsito aéreo, había anunciado un cronograma de paros que iba a comenzar el viernes 11 de julio y se extendería hasta el 30 del mismo mes, en coincidencia con el receso invernal y con el objetivo de visibilizar una serie de reclamos laborales.
La intervención de la autoridad laboral, motivada por la incorporación de nuevos reclamos sindicales y recientes bajas en la empresa, permitió frenar el conflicto y garantizar la prestación del servicio esencial de navegación aérea en todos los aeropuertos del país. Según detalló EANA, esas bajas se realizaron con el objetivo de optimizar la estructura interna de la compañía.
“Gracias al esfuerzo conjunto del Gobierno Nacional, se logra brindar tranquilidad a miles de argentinos y turistas del exterior que podrán volar con normalidad durante la temporada alta de invierno”, señalaron desde la empresa estatal.

De esta manera, se asegura el normal funcionamiento de las operaciones aéreas en todas las franjas horarias y en todo el territorio nacional.