“Estoy contento de estar de vuelta acá en mi ciudad, poder pasar por mi club, ver a los chicos, recordar mis comienzos. Siempre es especial volver”, expresó emocionado Marco, quien viene de una temporada sobresaliente en el vóley italiano, donde disputó las semifinales del campeonato con un estadio colmado por más de 5.000 personas.
El último año representó un salto de calidad para el jugador castense. “Tuve la oportunidad de jugar mucho más, fue mi primer campeonato como italiano, y eso me abrió más puertas”, contó. Tanto es así que recientemente firmó contrato con Sabaudia Voley, un club cercano a Roma, con el que volverá a competir en la A3 italiana: “Es un nuevo desafío, tengo muchas expectativas, nunca me conformo”.
Más allá del deporte, Marco combina su carrera profesional con su otra vocación: el trabajo como profesor en un centro de rehabilitación. “Es una experiencia enriquecedora, me permite seguir creciendo también fuera de la cancha”, destaca sobre su vida en Italia, que le ha permitido conocer nuevas culturas, sin dejar de lado su amor por Castex.
“Extraño mucho estar acá. Por suerte siempre puedo volver una vez al año. Y tengo la suerte de que mis viejos siempre hacen lo imposible por ir a verme, incluso mi hermano Mauro ya pudo visitarme”, relata con gratitud.
A la distancia, sigue de cerca cada paso del vóley de Racing: “Aunque esté en otro huso horario, me pongo a ver los partidos por YouTube o Facebook. Es impresionante lo que se ha logrado. Entrar al club hoy y ver todo lo que hay, lo que se construyó, me emociona. Cuando yo jugaba, entrenábamos en el cemento”.
Soncini no oculta su orgullo al ver a su familia comprometida con el crecimiento del vóley en Racing, hoy referente nacional: “En cada torneo, la estrella de Racing se hace sentir. Es algo que en todo el país se valora y eso me llena de felicidad”.
Sobre la nueva participación del club en la Liga Federal, no pudo evitar la nostalgia: “Me pone muy mal no poder estar, pero lo vivo como hincha. Va a ser una experiencia única para mi papá como técnico, mi hermano como jugador y todos los chicos del club”.
Marco estará en Castex hasta el 18 de agosto y luego regresará a Italia para sumarse a su nuevo equipo. Antes de irse, deja un mensaje para su gente: “Volver siempre me llena el alma. Ver a amigos, profes, padres de amigos, a la gente que me conoce… me hace muy feliz. Gracias a todos por el cariño de siempre”.
Desde Castex al mundo, Marco Soncini lleva el nombre de su pueblo con orgullo, esfuerzo y pasión. Y aunque juegue lejos, su corazón sigue latiendo en el cemento donde empezó a soñar.
