
Todo comenzó cerca de las 8:20 de la mañana de este lunes, cuando la Policía recibió un llamado que alertaba sobre una situación de alteración en la vía pública, en la intersección de las calles Ramona Pereyra y Calo. Al llegar al lugar, los efectivos encontraron a un joven de 28 años en estado de exaltación, con un corte superficial en el cuello y cargando a una bebé en brazos, informó El Diario.
El hombre confesó haber consumido cocaína y amenazaba con hacerse daño. Ante la urgencia, fue reducido por los agentes y se le colocaron elementos de sujeción para evitar un desenlace fatal.
El Servicio de Emergencias Médicas intervino de inmediato. La bebé fue examinada en el lugar y, debido a su estado, fue trasladada al área de Pediatría del Hospital René Favaloro. Posteriormente, un examen toxicológico confirmó un dato estremecedor: la menor tenía restos de cocaína en sangre.

Frente a este resultado, los Servicios Sociales intervinieron de manera urgente y quedaron a cargo de la situación de la niña, quien continúa internada y bajo cuidados médicos.
En paralelo, la Policía localizó a la madre de la beba, de 31 años, quien manifestó haberse retirado del domicilio tras una discusión de pareja. La mujer negó haber sido víctima de violencia de género y fue trasladada al hospital para prestar declaración testimonial en el área de Niñez.
El padre, en tanto, fue detenido y alojado en las celdas de la Seccional Séptima. La Justicia avanza en la investigación para determinar cómo fue expuesta la beba a la droga y esclarecer la totalidad de los hechos.