
La decisión se apoya en la deuda histórica previa al concurso, que incluye 1.860 créditos laborales por unos $69.000 millones, y en el incumplimiento en el pago de sueldos correspondientes a los meses de abril a agosto de este año, además del aguinaldo del primer semestre.
A ello se suma la falta de depósitos de aportes y contribuciones retenidas para la obra social OSPIL, la mutual AMPIL y el gremio ATILRA, lo que implica un pasivo adicional superior a $14.000 millones.
Según la asamblea, tanto el Comité Provisorio de Control como la representación legal de ATILRA notificaron de manera reiterada a la sindicatura y al juez del concurso sobre estos incumplimientos.

No obstante, la empresa desoyó más de 2.500 intimaciones de pago cursadas por los trabajadores y tampoco respondió los reclamos de OSPIL, AMPIL y ATILRA, lo que refuerza el diagnóstico de insolvencia y cesación de pagos.
En ese marco, la asamblea resolvió solicitar la quiebra con continuidad de la explotación, entendiendo que Sancor no cumple de manera sistemática con sus obligaciones esenciales: salarios, cobertura de salud y aportes gremiales.
Finalmente, los trabajadores pidieron al sindicato ATILRA que gestione la búsqueda de inversores y alternativas que garanticen la preservación de las plantas fabriles y de los puestos de trabajo, asegurando la continuidad de la actividad bajo condiciones que protejan los derechos laborales. (InfoGEI)Jd