
El protagonista del accidente, un joven de unos 27 años, circulaba en sentido norte a sur y, según trascendió, se habría quedado dormido al volante mientras regresaba a su casa. La secuencia fue violenta: el vehículo primero arrancó de raíz un árbol pequeño y luego se detuvo tras colisionar con otro de mayor porte, informó El Diario.
A pesar de los importantes daños materiales que sufrió el vehículo —especialmente en su parte frontal—, el joven resultó milagrosamente ileso. Personal de la Comisaría Tercera y del Servicio de Emergencias Médicas acudieron de inmediato, evaluaron al conductor y confirmaron que no fue necesario su traslado al hospital.
El hecho dejó como saldo únicamente daños materiales, aunque volvió a poner de relieve la importan
