
Desde aquel primer día de 1906, innumerables historias, personas y personajes fueron dando forma a este pueblo lleno de identidad, trabajo y tradición. Su mayor riqueza sigue siendo la amabilidad de su gente, la sencillez de sus días, la frondosidad de sus árboles que refrescan las tardecitas de verano, las calles tranquilas y sus plazas que invitan a caminar y conversar sin prisa.
Trenel mantiene vivo el espíritu de su gente, con un progreso constante que mejora la calidad de vida sin perder la esencia de pueblo.
¡Feliz cumpleaños, Trenel!
A todos los trenelenses, vivan donde vivan, estén donde estén: muchas felicidades por seguir conservando la magia y los recuerdos de una infancia feliz.


















