
La directora de Recursos Humanos del Municipio, Viviana Loizaga, brindó detalles sobre este proceso que comenzó a fortalecerse a principios de año. “Actualmente tenemos siete mujeres trabajando en el turno tarde y entre siete y nueve en el turno mañana. Muchas de ellas se sumaron en marzo, y hoy forman parte estable del equipo de barrido urbano”, explicó.
Una respuesta a la demanda laboral femenina
Loizaga subrayó que el incremento de mujeres en tareas operativas responde a una necesidad concreta del contexto social actual. “Tenemos mucha demanda de mujeres que buscan trabajo, más que hombres. En muchos casos son madres solas o jefas de hogar que necesitan generar ingresos propios para sostener a sus familias. También hay familias tipo donde el salario del hombre ya no alcanza, y la mujer decide incorporarse al mercado laboral”, precisó.
La funcionaria remarcó que el municipio ha sabido adaptarse a esa realidad: “Nos pareció importante abrir estos espacios laborales, que además son bien valorados por las vecinas. Ellas no tienen ningún inconveniente en realizar este tipo de trabajo, y lo hacen con gran compromiso”.

Eficiencia, responsabilidad y respeto
En cuanto al desempeño, Loizaga fue contundente: “Las mujeres son muy eficientes y responsables. Cumplen con sus horarios, mantienen una buena organización, y se adaptan con facilidad a las rutinas. Son muy cuidadosas con las herramientas y los vehículos, y eso es algo que valoramos mucho”.
El reconocimiento no solo viene desde el ámbito interno del municipio, sino también de parte de los vecinos, que han notado la presencia femenina en las calles. “Los vecinos suelen comentarlo, porque se ve el cambio. Se las respeta y se las reconoce por su trabajo. Son prolijas, meticulosas y detallistas, y eso se nota en el resultado final”, destacó la directora.
Tareas diversas y formación en el área
Si bien la mayoría de las trabajadoras se desempeña en el barrido urbano, algunas de ellas también realizan tareas de mantenimiento general, limpieza de espacios públicos e incluso el manejo de tractores o camiones livianos. “Tenemos casos de mujeres que manejan maquinaria y lo hacen con mucha prudencia. Se nota una gran responsabilidad en la conducción y el cuidado de los equipos”, agregó Loizaga.
Este proceso, según indicó, también implica aprendizaje y capacitación: “Cada vez que se suma una nueva trabajadora, se le brinda acompañamiento y formación sobre el uso de herramientas, normas de seguridad y mantenimiento. Queremos que se sientan parte del equipo y que cuenten con las mismas posibilidades que cualquier trabajador municipal”.

Acompañamiento y adaptación
Desde la Dirección de Recursos Humanos se busca acompañar las distintas realidades personales y familiares de las empleadas. “Muchas de ellas tienen hijos pequeños o responsabilidades domésticas, por eso tratamos de adaptar los horarios o las zonas de trabajo. Por ejemplo, si una mamá tiene a su hijo en el CDI, procuramos asignarle una zona cercana para que pueda acercarse si la necesitan”, explicó Loizaga.
En invierno, los horarios se organizan en función de las bajas temperaturas y la disponibilidad de luz natural, mientras que en verano las jornadas se ajustan para evitar las horas de mayor calor. “El trabajo de barrido se realiza con gran esfuerzo físico y requiere cuidados. Por eso también planificamos los horarios según la estación”, detalló.
Un cambio que refleja inclusión y eficiencia
La incorporación de mujeres al área de Servicios Generales no solo representa un avance en materia de igualdad de género, sino también una mejora en la eficiencia y calidad del servicio urbano. El Municipio observa resultados visibles en la limpieza de calles, la organización del trabajo y la buena convivencia entre los equipos mixtos.
“La igualdad se construye con hechos —afirmó Loizaga—. Y abrir las puertas a las mujeres en estas tareas es una forma concreta de hacerlo. Ellas demostraron que pueden realizar cualquier trabajo con la misma eficacia y responsabilidad que un hombre.”
“El trabajo que hacen es muy visible, pero también es silencioso. No siempre se dimensiona el esfuerzo que implica mantener limpia una ciudad. Por eso es importante reconocerlo”, reflexionó Loizaga.