
La normativa prohíbe cualquier tipo de fuego al aire libre y establece un esquema de sanciones estrictas para quienes transgredan esta disposición. Además, obliga a los responsables de balnearios, campings, complejos turísticos, establecimientos rurales y espacios recreativos a reforzar la prevención, el monitoreo y los controles internos.
El decreto también instruye a iniciar de inmediato acciones penales y civiles contra quienes generen incendios de manera intencional o por negligencia. El Ejecutivo provincial remarca que la gran mayoría de los focos ígneos responde a conductas humanas y que sus consecuencias generan pérdidas ambientales, económicas y sociales de alto impacto.
La declaración de emergencia habilita al Estado rionegrino a utilizar herramientas administrativas y financieras especiales para agilizar la respuesta operativa, fortalecer los equipos de prevención y sostener los recursos durante los meses críticos.

El Gobierno advirtió que la combinación de temperaturas elevadas, vientos intensos, falta de lluvias y vegetación reseca, junto al incremento de personas en áreas naturales durante la temporada primavera-verano, configura un escenario de alta vulnerabilidad. La medida también se fundamenta en los antecedentes recientes de incendios registrados tanto en la provincia como en regiones vecinas, que dejaron daños significativos en zonas urbanas, rurales y naturales.












