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Arsénico en el agua: el ITBA detectó niveles elevados en varias localidades del país

Un reciente estudio del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) volvió a encender las alarmas por la calidad del agua en diferentes regiones del país, incluyendo zonas de la provincia de La Pampa, donde se registraron niveles de arsénico por encima de los valores recomendados por organismos internacionales.

El trabajo forma parte del Mapa de Arsénico, un relevamiento interactivo que la institución actualiza en tiempo real y que ya reúne más de 350 muestras de aguas subterráneas y superficiales. Los resultados muestran contaminación en distintos puntos de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Santiago del Estero, Tucumán y La Pampa.


De acuerdo al ITBA, en varias localidades se detectaron concentraciones que superan los 10 ppb, el límite sugerido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para considerar el agua segura para el consumo humano.

El nuevo informe confirma que La Pampa sigue formando parte de los distritos con presencia sostenida de arsénico en distintos puntos del territorio.

Aunque el estudio no detalla localidad por localidad, los expertos remarcan que el fenómeno se repite especialmente en áreas con acuíferos someros o pozos domiciliarios, donde las concentraciones pueden variar de una cuadra a otra según la profundidad del pozo y la composición del subsuelo.


El arsénico es un elemento natural presente en el suelo, las rocas y el agua, producto de antiguos procesos geológicos vinculados a la formación de la Cordillera de los Andes. Sin embargo, su presencia en el agua de consumo exige controles y medidas preventivas.

El investigador del ITBA, Jorge Daniel Stripeikis, explicó que el elemento puede presentarse en dos formas inorgánicas: arsénico 3 y arsénico 5, siendo el primero diez veces más tóxico.
Una noticia alentadora del estudio es que, según un trabajo del Consejo Federal de Prestadores de Sistemas Sanitarios y Aysa, la mayoría de los acuíferos argentinos —incluidos los pampeanos— contienen principalmente la forma menos tóxica (arsénico 5).

De todos modos, el especialista advirtió que la exposición prolongada a aguas con altos niveles puede derivar en Hidroarsenicismo Crónico Regional Endémico (HACRE), un cuadro que provoca lesiones dérmicas, problemas respiratorios y, en casos extremos, tumores y fallas multiorgánicas.


El Mapa de Arsénico divide la situación en tres colores:

  • Verde (<10 ppb): agua segura según valores OMS.
  • Amarillo (10 a 50 ppb): requiere precaución y estudios complementarios.
  • Rojo (>50 ppb): no recomendable para consumo ni cocción; se sugiere reemplazar por otra fuente segura.


Durante la pandemia se redujo notablemente la recepción de muestras, por lo que el ITBA volvió a convocar a vecinos e instituciones de todo el país —incluida La Pampa— a acercar muestras de agua para ampliar el mapa.
El procedimiento es sencillo: presentar agua en una botella plástica pequeña para su análisis.

Los especialistas remarcan que participar del relevamiento permite identificar zonas críticas, orientar políticas públicas y mejorar la calidad del agua que consumen miles de familias, especialmente en provincias con antecedentes históricos de HACRE, como La Pampa.

Más información sobre el programa, los mapas interactivos y cómo participar puede encontrarse en el comunicado oficial del ITBA:

ver comunicado del ITBA.

El informe aclara que no existe evidencia significativa de efectos adversos cuando los niveles se ubican entre 10 y 50 ppb, pero insiste en que cada localidad debe evaluar su situación particular y reforzar controles, especialmente en pozos domiciliarios, escuelas rurales y comunidades que dependen de perforaciones.

Con información de La Nación