Según informó Río Negro, el joven de 20 años fue encontrado río abajo en la zona conocida como “Negro Muerto”, el mismo sector donde anteriormente habían sido localizados los cuerpos de su hermana, de 16 años, y de su padre, quienes habían ingresado al río el domingo por la tarde y fueron arrastrados por la corriente.
El hecho ocurrió cuando la adolescente se metió al agua para refrescarse en medio de una jornada calurosa. Minutos después fue sorprendida por la fuerza del río y comenzó a ser llevada por la corriente. Al ver lo que sucedía, su padre y su hermano se arrojaron al agua para intentar rescatarla, pero ninguno pudo regresar a la orilla.
Durante toda la jornada del lunes y parte del martes se desarrolló un intenso operativo de búsqueda con embarcaciones, drones y personal especializado. La confirmación del hallazgo del tercer cuerpo cerró un capítulo marcado por la incertidumbre, el esfuerzo y el acompañamiento de los vecinos de Conesa.
La tragedia generó un profundo impacto en la comunidad menonita, que tiene asentamientos en la zona y mantiene estrechos vínculos con otras colonias de la región. La pérdida de tres integrantes de una misma familia en circunstancias tan repentinas y dolorosas provocó un fuerte sentimiento de pesar entre los colonos y la población local.
