Los focos se habían iniciado durante la noche del martes, en el marco de una tormenta eléctrica que afectó sectores del oeste provincial. Las llamas avanzaron sobre miles de hectáreas, aunque todavía no se pudo precisar la superficie total dañada.
Las tareas de control se venían desarrollando en un escenario adverso, marcado por las altas temperaturas, la sequía prolongada y la acumulación de material combustible en los campos, condiciones que favorecieron la propagación del fuego.
Durante la tarde del miércoles, una lluvia cercana a los 25 milímetros en la zona de Cuchillo Co, junto a precipitaciones registradas también en Santa Isabel, generó expectativas de alivio entre los brigadistas que trabajaban en el terreno.
Finalmente, fuentes cercanas a Defensa Civil confirmaron que, gracias a esas precipitaciones, los incendios se habrían apagado por completo, llevando tranquilidad a los pobladores y permitiendo iniciar la evaluación del daño ambiental.
Ahora, dos nuevas cuadrillas de Defensa Civil trabajan en el lugar realizando guardia de ceniza.
