
Los créditos otorgados -$101.300.000 entre la línea de Desarrollo Productivo y los fondos recuperados de CreAte- acompañan y potencian proyectos vinculados con la metalúrgica, la alimentación, la carpintería, los servicios educativos y más de veinte rubros que conforman el entramado productivo santarroseño.
El sistema es efectivo: con la devolución que hacen de sus créditos los beneficiarios, la rueda gira y el sistema se vuelve circular. Al mismo tiempo, las inversiones mejoran los procesos y se refuerza el tejido social en el territorio.
Tres caminos, un mismo objetivo: crecer con herramientas concretas

Del garage al Parque Industrial: el recorrido de la Metalúrgica Milne-Martinó. Rodrigo Milne recuerda el punto de partida con precisión: un garage, trabajos de herrería liviana y herramientas ajustadas al espacio. Hoy, funciona en el Parque Industrial, suma reparación de maquinaria agrícola y sostiene un equipo de tres trabajadores.
El crédito le permitió sumar equipamiento y mejorar la calidad de cada pieza. Su mensaje para quienes están en la misma búsqueda es directo: “Mejoramos la calidad del trabajo y aceleramos los tiempos. El trámite fue muy rápido. Recomiendo que se animen”.
Acompañar a elegir: el crecimiento digital de Mitra. Este proyecto educativo de Ariadna Farías nació en pandemia y se transformó en un espacio de orientación vocacional que hoy llega de manera online a estudiantes de cualquier localidad.
El crédito le permite pagar plataformas digitales, mejorar contenidos y sostener el servicio con calidad. Ariadna lo explica con claridad: “Este apoyo me cubre un año de plataformas. En tiempos difíciles, estas herramientas importan. Los trámites son simples y la comunicación es clara”.
Cocinar para crecer: la apuesta diaria de Luciana Abregú. Luciana lleva años elaborando pasteles, prepizzas y alimentos caseros. La inversión obtenida le va a permitir sumar una cocina industrial y herramientas nuevas para sostener la demanda y abrir un nuevo capítulo en su emprendimiento. Lo vive con una mezcla de alivio, emoción y oportunidad: “En la Municipalidad te escuchan. Esta ayuda me emociona porque la lucha diaria de los emprendedores es real. Cumplo para que otros también accedan a esta oportunidad”.
Acciones que generan comunidad. Los relatos sintetizan la esencia de estas políticas: trabajo genuino, metas claras y un acompañamiento que marca diferencia. Además, la visión solidaria de un programa circular que logra girar la rueda con el impulso del Estado y cada emprendedor y emprendedora.
Una política que se sostiene en hechos concretos. Desde 2019, la Municipalidad de Santa Rosa acompañó el crecimiento de 1.886 emprendimientos, y los 65 nuevos proyectos fortalecidos desde ayer suman más movimiento, más trabajo y más producción a los barrios de la ciudad. Es un modelo que integra oportunidades, permite invertir en herramientas reales y dinamiza la economía local a partir de quienes están todos los días construyendo su futuro.
Cuando cada emprendedor recibe el empuje que necesita, los proyectos potenciados refuerzan la misma idea: seguir construyendo la capital que queremos.














