El Ministerio de Educación provincial avanza en la definición de una nueva resolución que regulará el uso de teléfonos celulares y dispositivos digitales en las instituciones educativas pampeanas. La medida, que podría aplicarse desde el ciclo lectivo 2026, busca actualizar la normativa vigente —una resolución de 2017 que habilitaba el uso pedagógico del celular— y establecer criterios más precisos según cada nivel escolar.
La ministra Marcela Feuerschvenger explicó que el documento preliminar ya se encuentra en manos de equipos directivos y será debatido esta semana para su posterior aprobación. “Trabajamos todo el año con esta resolución. Hoy tenemos una del 2017 que permitía el uso pedagógico, pero no era explícita en Inicial y Primaria. Creemos que hay que ser más contundentes, porque en esos niveles no se utiliza. Queremos dar una palabra del Ministerio”, señaló.
Prohibición total en Inicial y Primaria
El borrador propone una prohibición absoluta del uso de dispositivos digitales personales por parte de estudiantes de los niveles Inicial y Primario. El fundamento pedagógico indica que, en esas edades, la exposición a pantallas puede interferir en procesos esenciales como la socialización, el desarrollo cognitivo y la construcción de empatía. Se contemplarán excepciones únicamente por motivos de salud, discapacidad o situaciones temporarias que requieran apoyos específicos.
La regulación también incluye recomendaciones para los adultos dentro del ámbito escolar —directivos, docentes, personal auxiliar y familias— a quienes se les solicita evitar el uso recreativo o personal de celulares en actos, reuniones y actividades comunitarias. El documento remarca que los adultos funcionan como modelos para los niños y que sus conductas en torno a la tecnología tienen impacto pedagógico directo.
Secundaria: uso restringido y solo con planificación pedagógica
Para el nivel Secundario, la propuesta establece una restricción general del uso de celulares durante toda la jornada escolar. Su utilización solo será posible cuando el docente elabore una planificación específica que justifique el valor pedagógico del dispositivo y cuente con la aprobación del equipo directivo. Cada institución deberá definir espacios de guardado y también el personal adulto limitará su uso exclusivamente a funciones pedagógicas u organizativas.
Feuerschvenger reconoció que uno de los principales desafíos se encuentra en el uso no pedagógico del celular dentro del aula y en los recreos, ámbitos donde “se generan algunas dificultades y tensiones en la escuela”. Recordó que el Ministerio ya tiene bloqueadas determinadas plataformas y que durante este año se desarrolló el ciclo Enredados, destinado a trabajar con estudiantes y familias sobre los efectos del uso excesivo de pantallas. “El Ministerio ha hecho un trabajo preventivo y de cuidado y hay que seguir fortaleciéndolo. La resolución será una herramienta más”, informó El Diario.
El rol de las familias y la implementación
La ministra también destacó la importancia del acompañamiento familiar, especialmente en el nivel inicial. “Los docentes nos plantean que muchos niños llegan hasta la puerta del jardín con un celular en la mano. Luego el docente está tres horas y media estimulando con juego, alfabetización, matemática. Se torna muy complejo ese trabajo. Es importantísimo que las familias regulen”, expresó.
De aprobarse la normativa, las escuelas estarán habilitadas a retener el dispositivo en caso de incumplimiento y convocar a la familia para regularizar la situación. La implementación será progresiva y buscará unificar criterios entre los acuerdos institucionales, el Régimen Académico y la nueva propuesta ministerial.
El objetivo central, según expresó Feuerschvenger, es “ordenar el uso de tecnologías dentro de la escuela sin desconocer que, tras la pandemia, se convirtieron en herramientas clave, pero requieren reglas claras”.
