El Gobierno sigue rascando el fondo de la olla y ahora el ajuste les vuelve a tocar a los jubilados. A partir de una resolución de la Anses, se computarán de manera conjunta la jubilación y la pensión que pueda recibir un mismo beneficiario para el cálculo del pago del impuesto a las Ganancias. Hasta el momento, el gravamen se calcula por beneficio y no por beneficiario; es decir, se computa por jubilación y por pensión, con lo cual en la mayoría de los casos el tributo no recaía sobre este último ingreso. Según la opinión de expertos en el área, este cambio normativo sumará entre 40.000 y 50.000 jubilados al pago del impuesto y elevará el monto a tributar a quienes ya lo estaban haciendo. La nueva modalidad empieza a regir con el pago del haber de enero. Esta modificación va en línea con las reformas estructurales que exige el Fondo Monetario en materia previsional, las cuales se enfocan en aumentar la edad de retiro y en reducir el monto de los haberes para los futuros jubilados.
“En 2015 unos 160.000 jubilados pagaban Ganancias y hoy esa cifra llega a casi 300.000, sólo por el efecto de desactualización del piso de Ganancias”, explicó a este diario Miguel Fernández Pastor, abogado especialista en seguridad social. El aumento en la cantidad de alcanzados por el impuesto se condice con el que exhiben los asalariados, pese a que la promesa en campaña de Cambiemos fue que ningún trabajador pagaría el impuesto. “Desde enero se sumarán 40.000 o 50.000 jubilados a Ganancias”, según estimaciones realizadas por el abogado previsional.
En el caso de los jubilados, el mínimo no imponible asciende a 55.854 pesos –equivalente a seis haberes– y en marzo pasará a 62.462, cuando se aplique la actualización prevista en los haberes previsionales. Sin embargo, hasta el momento ese mínimo se cruzaba con cada una de las prestaciones, en caso de tener más de una, del mismo beneficiario; es decir, se comparaba cada beneficio contra ese mínimo de manera independiente. Con la nueva circular de Anses el beneficiario pasará a sufrir retenciones mensuales por cada una de las retribuciones sumadas a pagar por número de CUIL.
El organismo que conduce Christine Lagarde le exige al Gobierno mayores recortes en este sector. De acuerdo con un documento técnico del Fondo, se destaca como una receta positiva para contrarrestar el “envejecimiento de la población” aumentar la edad de jubilación, endurecer las reglas para acceder al beneficio o reducir el tamaño de los haberes mediante un ajuste en las fórmulas de cálculo de los haberes.
La nueva fórmula de movilidad jubilatoria que se empezó a aplicar el año pasado representó una pérdida del poder adquisitivo de hasta el 7 por ciento acumulado en 2018, según calculó el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf).
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