Murió a sus 91 años el cineasta franco-suizo Jean-Luc Godard, referente de la Nouvelle Vague y el Vanguardismo y uno de los máximos exponentes de la industria audiovisual.
Según informó el diario Libération, el cineasta se sometió a un «suicidio asistido» en su casa de Rolle, Suiza, donde lo acompañaron sus seres queridos. Esta práctica es legal en este país europeo, donde el director vivía hace varios años.
«No estaba enfermo, simplemente estaba agotado. Así que había tomado la decisión de acabar. Era su decisión y era importante para él que se supiese», explicó una fuente cercana a Godard al medio francés.
Godard es considerado uno de los referentes del cine moderno, caracterizado por su acidez crítica y por la poesía de sus imágenes. Cultivó un cine creador y vanguardista, pero accesible. También experimentó con técnicas de montaje y filmación que hoy son consideradas clásicas.
Realizó más de 130 títulos y, gracias a su prestigio, trabajó con los mejores actores de su época. Recibió decenas de reconocimientos, entre los que se destacan Oscar honorario, una Palma de Oro especial y dos César de honor franceses.
Con muchos éxitos y algunos fracasos en la taquilla, Godard también supo ser un personaje polémico por sus ideas políticas y sociales, que le hicieron ganar varios detractores. Entre ellos, el Juan Pablo II, quien manifestó su disgusto por la obra «Je vous salue, Marie», una versión moderna de la historia de un nacimiento virginal.
Nació el 3 de diciembre de 1930 en París. Comenzó su carrera en la década del 50 como crítico de cine en revistas como Cahiers du Cinéma, en las que usaba el seudónimo de Hans Lucas.
En 1954, tras la muerte de su madre, se instaló en Suiza, donde trabajó como albañil, oficio que le sirvió de disparador para su primer documental: «Operation Béton».
De regreso en Francia, continuó con «Une femme coquette» (1955), «Tous les garçons s’appellent Patrick» (1957) y «À bout de souffle» (1959), el largometraje que marcó un momento bisagra en su carrera y lo posicionó como uno de los grandes referentes del cine experimental y testimonial, haciendo uso de su cámara en mano.
En 1960 dirigió «El soldadito», su segundo largometraje, que estuvo prohibido en su tierra natal durante tres años y tuvo como protagonista a Anna Karina, quien más tarde se convirtió en su esposa y la musa de gran parte de su obra.
Luego de varios años abocado al cine documental, en 1983 regresó a las películas comerciales con «Prénom, Carmen» (1983). Mientras que «The Image Book», estrenada en 2018, fue el último de los cientos de títulos que lo tienen como director.