Epilepsia: Cómo proceder frente a un paciente con una crisis

Le preguntamos a la Dra. Dolores Ezquiaga sobre los tratamientos y avances para el tratamiento de la epilepsia, cómo proceder y cómo no proceder frente a un paciente con una crisis y si esta afecta por igual a niños y adultos.

La Semana Nacional de la Epilepsia se celebra con el objetivo de informar y concientizar a la población sobre esta enfermedad que afecta a personas a unos 50 millones de personas en todo el mundo, lo que la convierte en uno de los trastornos neurológicos más comunes. 

En este marco, le preguntamos a la Dra. Dolores Ezquiaga, del staff del Servicio de Neurología y de la Sección de Epilepsia del Hospital Británico, sobre los tratamientos y avances tecnológicos de los últimos tiempos para el tratamiento de la epilepsia, cómo proceder y cómo no proceder frente a un paciente con una crisis y si afecta por igual a niños y adultos.

La epilepsia es una enfermedad cerebral crónica no transmisible que se da por una hiperexcitabilidad del cerebro que genera convulsiones recurrentes, es decir, episodios breves de movimiento involuntario que pueden involucrar una parte del cuerpo (parcial) o todo el cuerpo (generalizado) y que en ocasiones se acompañan de pérdida de conciencia y control de la función intestinal o vesical.

La Dra. Ezquiaga explica que afecta tanto a varones como mujeres y en iguales proporciones —no hay una predominancia por sexo— y que los síntomas dependen del área del cerebro en donde inicia la descarga así como del área a la cual se propaga, «lo que quiere decir que los síntomas no dependen del sexo del paciente, sino del área del cerebro que se ‘activa’ en forma anormal y comienza a tener mayor actividad», especifica. Asimismo, se estima que de los pacientes con esta patología, el 60% son pediátricos y 40% son adultos. 

En la mayor parte, las crisis aparecen de forma súbita e inesperada. Estas pueden ser convulsiones, donde la persona pierde la conciencia, se pone rígida y comienza a sacudirse; o bien ausencias, una desconexión momentánea con el entorno que persiste por unos segundos.

¿Cómo proceder y cómo no proceder frente a un paciente con una crisis? «Si nos encontramos con alguien que está teniendo una crisis lo primero que tenemos que hacer es mantener la calma, poner a la persona de costado y aflojar todas las prendas que veamos apretadas (corbatas, bufandas, etc)», explica Ezquiaga. Además, recomienda colocar algo suave debajo de la cabeza para que la persona no se golpee (una almohada o incluso una campera pueden servir), retirar todos los elementos cercanos con los que se pueda lastimar, como mesas o sillas, y no interferir con los movimientos de los pacientes que se encuentran teniendo una crisis

«Las crisis suelen ser autolimitadas y el paciente se puede ‘despertar’ muy cansado, confundido, con mucho dolor muscular o, incluso, que le cueste hablar. Esto es normal y es un estado que llamamos post ictal; puede durar desde minutos hasta incluso algunas horas», agrega.

Sin embargo, lo más importante es lo que NO tenemos que hacer, enfatiza: «No hay que colocar ningún objeto en la boca, es un mito que el paciente puede tragarse la lengua. Puede pasar que se muerda la lengua, pero hay que tener en cuenta que es un músculo que se regenera y no va a presentar ningún inconveniente posterior. En cambio, al colocar algo dentro de la boca, el músculo del maxilar se contrae tan fuertemente que el paciente puede partir el objeto y tragarlo, llevándolo a la asfixia. Imagínense lo que puede pasar si en vez de un objeto, estamos hablando de nuestras manos en la boca de los pacientes que están teniendo un evento comicial».

Entonces, ya que «ante la situación de estrés que esto genera para los familiares puede ser que uno no sepa cómo actuar y que no recuerde todo», es importante tener en cuenta lo esencial: 

  • Si te encontraras con alguien que está teniendo una crisis, pone a la persona de costado, no pongas nada en la boca y espera que la crisis suele ser autolimitada. 
  • Si la crisis dura más de 5 minutos o tiene varios eventos sin recuperar la conciencia entre ellos, ya es una situación más grave que requiere atención médica.
El electroencefalograma es, junto a las pruebas de imagen, el test que se utiliza con más frecuencia para diagnosticar la epilepsia. 

¿Qué tratamientos y avances tecnológicos se dieron en los últimos tiempos para el tratamiento de la epilepsia?

Los fármacos anticomiciales constituyen el tratamiento inicial y fundamental en los pacientes con epilepsia. Según Ezquiaga, hasta la década del ’90 sólo se contaba con ocho drogas fundamentales y, desde entonces, el número de fármacos disponibles aumentó considerablemente. «Los anticomiciales producidos después del año 2000 se conocen como fármacos de tercera generación y la mayor ventaja sobre los fármacos más antiguos es que tienen muchos menos efectos adversos, mejor tolerancia para el paciente, menos interacciones con otros medicamentos y cada vez son más seguros para el embarazo», señala. «Además, ofrecen nuevos mecanismos de acción con una farmacocinética más favorable y mejor biodisponibilidad oral. Incluso, actualmente existen fármacos en fase 3 de investigación que podrán estar disponibles prontamente». 

Sin embargo, a pesar de que dos tercios de los pacientes tratados responden en forma correcta a estos fármacos, el 30% de los pacientes afectados continúan siendo fármaco resistentes y necesitan de otras terapéuticas alternativas. 

A este respecto, la Dra. del Hospital Británico señala: «Es importante mencionar la introducción del cannabidiol en Argentina en 2018, con alta eficacia sobre todo en la población pediátrica. En realidad, la introducción de este nuevo fármaco comenzó en 2013 con Charlotte Figi en el estado de Colorado, una niña con diagnóstico de Síndrome de Dravet a los 3 meses de vida, una forma rara y altamente debilitante de epilepsia y resistente a los fármacos anticomiciales habituales, lo que producía que tenga hasta 50 crisis por día. La madre de Charlotte, tras intensivas investigaciones, decidió contactarse con Joel Stanley, quien, junto a sus hermanos, había ayudado a desarrollar una cepa de cannabis rica en cannabidiol, o CBD, un compuesto no psicoactivo. Con el tiempo, Charlotte pudo caminar, jugar y alimentarse normalmente; y los hermanos Stanley llamaron a su producto CBD Charlotte’s Web en homenaje a la niña cuyo caso comenzaba a aparecer en la literatura académica. Durante mucho tiempo, este fue el único cannabidiol en el mercado, pero con el pasar de los años, cada vez más laboratorios lo producen y permiten un más fácil acceso».

Asimismo, destaca también las posibilidades quirúrgicas con las que se cuentan hoy en día y el aumento de centros especializados en estos tipos de procedimientos: «El estimulador vagal, un aparato que se implanta debajo de la piel, es una batería que viene acompañado de un imán que se usa para interrumpir o reducir la gravedad de la crisis inminente. En la Argentina, el estimulador vagal se empezó a utilizar al final de la década de 1990 y desde su aprobación para el uso clínico en 1994 en Estados Unidos, se estima que existen más de 100 mil pacientes con este dispositivo (70% es en pacientes pediátricos)», explica. «La estimulación del nervio vago no resuelve el 100% de las crisis en pacientes con epilepsia fármaco resistente y no reemplaza los tratamientos tradicionales, pero es usada como una terapia adjunta de alta eficacia«.

Por último, menciona como alternativa la resección quirúrgica de lesiones, lo que se conoce como «la zona epileptogénica», sitio donde inicia la descarga anormal y excesiva que produce las crisis.