
El gobierno de Canadá abrió una investigación sobre la «implosión catastrófica» del sumergible Titán que se dirigía a explorar los restos del transatlántico Titanic en el Océano Atlántico Norte, con cinco pasajeros a bordo.
La presidenta de la Junta de Seguridad en el Transporte de Canadá, Kathy Fox, quien puso el acento en la necesidad de saber «qué ocurrió y por qué, y averiguar qué hay que cambiar para reducir la posibilidad o el riesgo de que se produzcan sucesos de este tipo en el futuro».
En una conferencia de prensa, la funcionaria declaró: «Sabemos que todo el mundo quiere respuestas, sobre todo las familias y el público».
A su vez, la agencia AFP señaló que la investigación podría durar entre 18 meses y dos años.

La Junta de Seguridad en el Transporte canadiense investiga habitualmente accidentes aéreos, ferroviarios, marítimos y de oleoductos con el fin de mejorar las condiciones de seguridad, aunque no determina culpas, ni responsabilidades civiles o penales.
El Titán, operado por OceanGate Expeditions, perdió el contacto con su buque nodriza el domingo alrededor de 1 hora y 45 minutos su inmersión para explorar los restos del Titanic, un viaje que la compañía ofrece por precios a partir de US$ 250.000, según muestra una versión archivada de la página web de la empresa.
A bordo del Titán se encontraban el director ejecutivo y fundador de OceanGate, Stockton Rush, junto con el empresario británico Hamish Harding, el multimillonario paquistaní Shahzada Dawood con su hijo de 19 años Suleman Dawood, y el submarinista francés Paul-Henri Nargeolet.
















