
Fenedur es responsable de la elaboración y comercialización de marcas emblemáticas como “La gotita”, Voligoma, Poxilina, Fastix, Novopren y Éccole, entre otras. Según informó la compañía, la decisión responde a un proceso de reestructuración productiva que centralizará operaciones en Argentina.
Reclamo sindical y estado de alerta
El Sindicato de Trabajadores de la Industria Química (STIQ) informó que recibió la notificación durante la mañana de este martes. “La empresa cerrará definitivamente su planta de producción ubicada en Ruta 5”, señalaron en un comunicado.
“Nuestro gremio se encuentra en estado de alerta y estará analizando acciones a tomar en función del desarrollo de los hechos futuros”, advirtió el sindicato, que además enmarcó la decisión en la crisis industrial denunciada por la Confederación de Sindicatos Industriales (CSI).

“No es ajeno al diagnóstico denunciado fuertemente por la CSI en varias oportunidades. Nuestra confederación informa que se encuentra en estado de alerta y continuamos reclamando medidas inmediatas, urgentes y concretas de los actores involucrados para revertir una realidad extremadamente grave”, señala el comunicado sindical.
Una compañía con presencia internacional
Fenedur se dedica al desarrollo de pegamentos, selladores y adhesivos, con exportaciones a 18 mercados internacionales que incluyen Brasil, Chile, Costa Rica, Israel, Italia, Paraguay, Polonia, Rusia y España, entre otros.
En Argentina, marcas como La gotita, Poxipol y Poxilina han sido históricamente producidas por Akapol SA. Desde el año 2000, Fenedur adquirió los derechos para fabricarlas de manera independiente desde su planta en Uruguay.
Reuniones y negociaciones
Dirigentes sindicales confirmaron que se mantienen reuniones con las partes involucradas con el objetivo de buscar alternativas para los 40 trabajadores afectados. Sin embargo, hasta el momento no trascendieron propuestas de reubicación o planes de compensación por parte de la empresa.
El cierre de Fenedur en Uruguay se suma a otros casos recientes de pérdida de puestos en la industria nacional, lo que refuerza la preocupación de los gremios sobre el futuro del sector manufacturero.
















