Un grupo de marineros asegura haber visto un OVNI en medio de las aguas de Chubut, cerca de la Península Valdés. Relataron que las extrañas luces se movían en diferentes direcciones. El caso es investigado por el Ministerio de Seguridad.
El llamativo episodio se produjo durante la madrugada del 29 de agosto de 2023, cuando dos tripulantes del buque mercante San Matías I observaron -según afirman- un fenómeno muy difícil de explicar: ocho luces naranjas emergieron del mar y se desplazaron en múltiples direcciones.
Eran pasadas las cuatro de la mañana cuando las luces aparecieron de manera repentina. Comenzaron a moverse hacia arriba, hacia abajo y hasta iban en direcciones que desafiaban a la lógica.
Los marineros no pudieron capturar imágenes del momento con los celulares porque apenas reconocieron las luces recurrieron a las autoridades pensando que se trataba de un posible ataque contra el buque. Minutos después se confirmó que no había ni aeronaves ni barcos en las proximidades.
El avistaje fue catalogado como un Objeto Volador No Identificado (OVNI) y se realizó un pedido de informes a la Comisión de Estudio del Fenómeno OVNI de la República Argentina (CEFORA), que pertenece al Ministerio de Seguridad.
Poco más de un año después de aquel inexplicable evento, desde el CEFORA brindaron detalles sobre lo que podrían haber visto los marineros que formaban parte de aquella tripulación.
Los documentos difundidos por la Prefectura Naval Argentina señalan que las luces se observaban como si fueran estrellas que se movían de forma rectilínea y entrecruzada, apareciendo y desapareciendo a intervalos regulares.
Según los reportes oficiales, los tripulantes describieron que las luces “se asemejaban a bengalas y su movimiento era similar al de fuegos artificiales”. También dijeron que eran de color naranja y que se desplazaban desde la superficie del mar hacia el cielo, cambiando a un tono blanco y moviéndose en direcciones zigzagueantes.
“Nunca vimos algo así”, comentaron los testigos ante las autoridades. Del mismo modo, destacaron la nitidez del avistaje y la duración del evento, que se extendió por más de 30 minutos.
Cristian Guillén, capitán de otro buque que navegaba la misma zona, también fue testigo del fenómeno y relató su experiencia: “He pasado más de 320 días al año en el mar y nunca vi un evento tan claro como esa noche. No creo que fueran naves, meteoritos o chatarra espacial. Volaban a 90 grados y se movían con independencia, como un antiguo zeppelin, pero sin ruido y oculto entre las nubes”.
Guillén aseguró que no fue el único en observar el extraño fenómeno: “Lo vieron muchos capitanes que navegaban la zona. Las luces se movían de forma independiente y parecían bengalas que encandilaban la vista”.
El inusual avistaje en la Patagonia ha generado múltiples interrogantes y un pedido de explicaciones al Ministerio de Seguridad, que desde hace más de un año que investiga lo que ocurrió ese 29 de agosto de 2023.
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